ALIMENTARSE BIEN DURANTE LOS EXAMENES

28.06.2012 18:13

El nivel de actividad de los estudiantes es elevado teniendo en cuenta el exigente horario de clases, el calendario de entregas de trabajos, que algunos de ellos estudian y trabajan al mismo tiempo, que hay que reservar tiempo para hacer ejercicio y que también es una época vital en la que las actividades sociales se multiplican.

Hay un elevado desgaste físico diario y éste aumenta considerablemente en una época tan estresante como inevitable: los exámenes. En este momento el cerebro de un estudiante tiene que estar, sobre todo, bien alimentado porque, aunque representa únicamente el 2 ó 3 por ciento del peso corporal… es el responsable del consumo del 20 por ciento de la energía que ingiere el estudiante a través de los alimentos.

 

 

La principal fuente energética del cerebro son los hidratos de carbono, principalmente la glucosa, y si no la obtiene de las raciones de comida diaria… entonces la buscará en proteínas y grasas. Algo que no es deseable pues se pueden producir alteraciones en el organismo.

Pero tener las reservas de glucosa bien nutridas no significa tener que ingerir más calorías. No se trata de comer más sino de escoger bien los alimentos, sobre todo, para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Por ejemplo, cada día hay que tomar un desayuno completo en el que estén presentes el pan ó los cereales, la fruta y los lácteos. Si se renuncia al desayuno se puede producir un déficit de glucosa que repercute de forma negativa en el rendimiento, la memoria y la concentración. 


También es importante tomar un tentempié de media mañana, como un bocadillo no muy grande y un zumo natural. A veces llegar a la comida se puede hacer un poquito largo y es mejor no llegar hambrientos a la mesa.


A la hora de la comida o la cena es mejor prescindir de la comida rápida, donde esté un buen menú mediterráneo con presencia de legumbres, pasta ó arroz, pescado o carnes cardiosaludables como el pavo o el conejo, mejor. Las verduras y hortalizas y la fruta tampoco pueden faltar. Una comida sana también favorece la digestión.

La hora de la merienda también es fundamental porque, de nuevo, se trata de evitar la sensación de hambre o de estómago vacío entre horas, y mantener un nivel adecuado de glucosa en sangre a lo largo del día. Es un buen momento para tomar fruta, yogures, una barrita de cereales, un sándwich o frutos secos.

Hay quien en época de exámenes siente que no puede comer nada, que se le “cierra” el estómago… en estos casos hay que recurrir a los trucos de la abuela para mantenerse bien nutrido, por ejemplo, es muy positivo añadir clara de huevo rallada a la sopa y tomar ensaladas muy variadas en las que tengan cabida las frutas, los frutos secos, el jamón, el queso, el huevo cocido, el atún, los guisantes, el arroz, la patata cocida o la pasta. 

En exámenes hay que tener tiempo para todo: para estudiar, para descansar, para comer y para hacer ejercicio. Hay que procurar no tomar bebidas excitantes como las de cola o el café y el té, el truco para rendir bien y mantener la concentración y la memoria está en descansar. Un cuerpo y una mente descansados mejoran sensiblemente su rendimiento.

Si no se puede conciliar bien el sueño… entonces se puede recurrir a las infusiones de hierba luisa, melisa, valeriana, pasiflora, tila o tomar un vaso de leche caliente con miel antes de acostarse.